De la Chica es un pésimo pianista. Desde el punto de vista estrictamente académico, no tiene ni la capacidad de tocar escalas en forma correcta, mucho menos repertorio medianamente avanzado como un estudio de Chopin u obras propias de primer semestre en la carrera de un pianista incipiente. Todo lo que aparece en youtube, prueba que su técnica es muy superficial y que no tiene características en su sonido que lo distingan como un profesional. Tampoco ha mostrado imaginación para la improvisación o un sello propio que lo saque del mundo de la mediocridad como pianista. Cuando toca y suena bien, es frecuente que sean pistas pregrabadas las que lo hacen y el pianista fraude posa como si fuera el intérprete. Entonces porqué la fama? Este es un fenómeno comercial, donde el pisco imitando a las Chicas Bond, logró algo que gusta a los melómanos incautos que no saben de pianistas. Trato de decir esto con respeto porque si Alejandro Sanz, los managers o la respetable Sra. Porto dicen que es un genio, lo que están probando es que no tienen los elementos de juicio para determinar lo que es un pianista formado y se descrestan a pesar del pobre talento de De la Chica. El carisma, la pinta, los ademanes y el montaje publicitario mentiroso logró crear un aura de extraordinario talento que no existe y que es parte de la capacidad de engaño y persuasión que tiene De la Chica como el impostor más grande de nuestra historia musical. Lo que digo en cuanto a la pobreza en el talento de este personaje lo digo como experto que soy en el ramo y luego de haber escuchado más de 2,000 pianistas del más alto nivel internacional por más de 35 años. No es mi opinión subjetiva sino científica, propia del conocimiento, la investigación, la objetividad y le aseguro que está apoyada por las máximas autoridades musicales. Tengo la certeza de que en esto me secundarían los críticos y maestros Mario Gómez Vignes, Teresita Gómez, Blanca Uribe, Emilio San Miguel, Maria Stella Fernández, etc. Algunas opiniones autorizadas incluyendo los que fueron maestros de De la Chica ya han sido registradas en nuestra investigación y se pueden consultar los testimonios en el Portal de Pianistas en Colombia, www.marinvieco.com para que no se diga más que este desenmascaramiento se hace por envidia. Envidia de qué? No hay nada digno de envidiar en un músico dominado por la mezquindad y la vulgaridad, pues lo único extraordinario y rescatable en todo este episodio (aunque falto de ética) es el increíble y eficiente montaje publicitario donde los empresarios son cómplices porque era fácil vender un pianista que había tocado delante del papa y los reyes de España. Como ya el negocio se les acabó, entonces dicen que lo vendían por el talento y no por las credenciales. Mentira!..... Nuestro objetivo es muy claro. Que el tipo nunca más engañe al público, sea en Colombia o el extranjero. Jorge Marin
De la Chica es un pésimo pianista. Desde el punto de vista estrictamente académico, no tiene ni la capacidad de tocar escalas en forma correcta, mucho menos repertorio medianamente avanzado como un estudio de Chopin u obras propias de primer semestre en la carrera de un pianista incipiente. Todo lo que aparece en youtube, prueba que su técnica es muy superficial y que no tiene características en su sonido que lo distingan como un profesional. Tampoco ha mostrado imaginación para la improvisación o un sello propio que lo saque del mundo de la mediocridad como pianista. Cuando toca y suena bien, es frecuente que sean pistas pregrabadas las que lo hacen y el pianista fraude posa como si fuera el intérprete. Entonces porqué la fama? Este es un fenómeno comercial, donde el pisco imitando a las Chicas Bond, logró algo que gusta a los melómanos incautos que no saben de pianistas. Trato de decir esto con respeto porque si Alejandro Sanz, los managers o la respetable Sra. Porto dicen que es un genio, lo que están probando es que no tienen los elementos de juicio para determinar lo que es un pianista formado y se descrestan a pesar del pobre talento de De la Chica. El carisma, la pinta, los ademanes y el montaje publicitario mentiroso logró crear un aura de extraordinario talento que no existe y que es parte de la capacidad de engaño y persuasión que tiene De la Chica como el impostor más grande de nuestra historia musical. Lo que digo en cuanto a la pobreza en el talento de este personaje lo digo como experto que soy en el ramo y luego de haber escuchado más de 2,000 pianistas del más alto nivel internacional por más de 35 años. No es mi opinión subjetiva sino científica, propia del conocimiento, la investigación, la objetividad y le aseguro que está apoyada por las máximas autoridades musicales. Tengo la certeza de que en esto me secundarían los críticos y maestros Mario Gómez Vignes, Teresita Gómez, Blanca Uribe, Emilio San Miguel, Maria Stella Fernández, etc. Algunas opiniones autorizadas incluyendo los que fueron maestros de De la Chica ya han sido registradas en nuestra investigación y se pueden consultar los testimonios en el Portal de Pianistas en Colombia, www.marinvieco.com para que no se diga más que este desenmascaramiento se hace por envidia. Envidia de qué? No hay nada digno de envidiar en un músico dominado por la mezquindad y la vulgaridad, pues lo único extraordinario y rescatable en todo este episodio (aunque falto de ética) es el increíble y eficiente montaje publicitario donde los empresarios son cómplices porque era fácil vender un pianista que había tocado delante del papa y los reyes de España. Como ya el negocio se les acabó, entonces dicen que lo vendían por el talento y no por las credenciales. Mentira!..... Nuestro objetivo es muy claro. Que el tipo nunca más engañe al público, sea en Colombia o el extranjero. Jorge Marin
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